Quizás, por encima de todo, las soluciones digitales prometen flexibilidad. Para el alumno, ofrecen la flexibilidad de aprender en casa o en el aula, en el momento que más le convenga, en el dispositivo que le resulte más conveniente, con un enfoque personalizado de los temas de mayor desafío o interés. Y para el docente y la institución, las soluciones digitales ofrecen la perspectiva de aulas y una escuela que pueden ir más allá de los límites físicos, la oportunidad de ofrecer programas verdaderamente individualizados, incluso adaptables, y ofrecer cursos verdaderamente distintivos, perfeccionados para estudiantes, clientes o estudiantes particulares, un sector especializado.
Con la tecnología digital, se acabaron las trabas. Pero con esa flexibilidad viene el peligro de desechar lo bueno con lo malo, o incluso de perder el control. ¿Cómo aprovechamos el máximo beneficio de esta nueva flexibilidad? ¿Cómo podemos competir con las nuevas ofertas digitales y mejorarlas mientras nos mantenemos fieles a nuestro negocio principal de brindar capacitación en idiomas de calidad, atractiva e impactante? Utilizando ejemplos prácticos, David explorará cómo crear y ofrecer programas digitales distintivos que aprovechen al máximo la tecnología, desde la autoría digital hasta las
videoconferencia, desde el seguimiento de habilidades al aprendizaje adaptativo.
